NINGUN OTRO MÁS QUE EL MAGNO (primera parte)


NINGUN OTRO MAS QUE EL MAGNO (PRIMERA PARTE). «Cualquiera que hable mal de Alejandro, que lo haga contando no solo las cosas censurables que Alejandro hizo, sino que junte todo lo que Alejandro llevó a cabo, y vea así el conjunto; que considere ese tal quién es él mismo y cuál es su suerte y, frente a eso, que calcule quién llegó a ser Alejandro y hasta qué grado de humana felicidad llegó… Que hable mal ese tal de Alejandro, él que será un personajillo insignificante que se ocupa en pequeñeces y es incapaz incluso de poner orden en ellas». Arriano (1982b, p. VII.30)