Intereses corporativos en guerra con los hechos.


En este punto de la historia estadounidense, los periodistas de los «grandes medios» no son más que activistas políticos de izquierda. Es evidente por los jadeos de admiración de los medios en mayo cuando Joe Biden comió un cono de helado de chocolate con chispas de chocolate.
Y no solo los mismos medios aduladores continúan ignorando los muchos momentos confusos de Biden captados por la cámara, sus mentiras obvias y su acoso a una periodista, sino que siguen encubriéndolo.
Además de eso, son totalmente indiferentes a todo lo relacionado con Hunter Biden, incluso en lo que respecta a la nueva información sobre los millones de dólares de Hunter invertidos en empresas chinas.
Una encuesta de enero reveló que el 56% de los estadounidenses creen que «los periodistas y reporteros intentan deliberadamente engañar a la gente diciendo cosas que saben que son falsas o exageraciones graves».
La misma encuesta reveló que el 58% de los estadounidenses piensa que «la mayoría de las organizaciones de noticias están más preocupadas por apoyar una ideología o posición política que por informar al público».
El lunes, la reportera Ivory Hecker reveló en vivo por FOX 26 en Houston que estaba denunciando a su empleador y hablando con Project Veritas. Se sentó con el fundador de Project Veritas, James O’Keefe, para hablar sobre sus experiencias en FOX 26.
Ella transmite grabaciones de audio de sus superiores en FOX 26, afirmando que el CEO y el gerente general de la estación tienen una voz significativa en lo que se informa como noticias.
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A Hecker no se le permitió informar sobre ningún aspecto negativo de las vacunas contra el virus de China, ya que los principales ingresos de la estación provienen de los anuncios, muchos de los cuales son pagados por compañías farmacéuticas. Fue entonces, comentó, cuando se dio cuenta de que las noticias corporativas son incompatibles con el periodismo.
Los periodistas y los reporteros están tratando deliberadamente de engañar a la gente diciendo cosas que saben que son falsas o exageraciones graves.
Los medios católicos del establishment no han sido diferentes. A pesar de un sacerdocio infestado de sacerdotes homosexuales activos, han sido los medios seculares los que han denunciado la gran mayoría de los casos de abuso sexual por parte del clero en los últimos 19 años.
Y a pesar de tener un cómodo acceso a los obispos y sus lacayos, los grandes medios católicos no han revelado ninguna historia significativa relacionada con la peor crisis en la historia de la Iglesia.